lunes, 5 de octubre de 2009

Mercado de Santo Domingo














El mercado de Santo Domingo es un lugar especial de Pamplona. Quizá porque en su interior el olor del pescado o las verduras le llega a uno como si en el mismo mar o campo se encontrase o quizá porque desde 1876 es un lugar de intercambio entre muchas personas. No sé.
Ese intercambio tiene algo que lo hace diferente de cualquier otra tienda: no sólo es material. A diferencia de las grandes superficies predominantes hoy en día en las que nuestro nombre se sustituye por la palabra “comprador”, en este viejo mercado los vendedores todavía se dirigen a muchos de sus visitantes por su nombre, como si de una familia se tratase. Lo que importa es el trato, la cercanía.
Una enorme exposición de fotos del mercado a lo largo de su prolongada vida felicita al edificio su 133 aniversario. Sus fuertes pilares y sus fieles moradores aseguran otros tantos años más a la centenaria construcción. Y el estupendo olor de las pastelerias de la entrada también, por qué no.
































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